Escribir sobre alguien a quien realmente no quieres ni recordar, a veces puede llegar a ser interesante.
¿Por qué?
Simple: tienes más que decir aunque no quieras hablar.
Hoy no tengo ganas de hablar del "perfecto", tampoco tenía ganas de verlo pero las cosas se dieron y nos vimos; por suerte algo sucedió y no pasó nada.
No me gusta jugar con la gente, pero a veces me obligan, me ponen en situaciones "jugosas" "picantes" tan tentativas que son imposibles de negarse.
Primer acto: mientes
Segundo acto: mientes
Tercer acto: mientes
¿Cómo se llama la obra?
Tu estúpida vida.
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